Alrededor del 1962-3 nació la historia del Club A-Go-Go que trataré de resumir brevemente. Aunque mi profesión es la de marino (Maquinista Naval) al casarme con una guapa lagunera tenía como objetivo quedarme en tierra y con tal fin me dediqué a la construcción. Con tanto  éxito construí tres edificios, de los cuales me iba quedando con los locales comerciales y en uno de ellos los estudiantes universitarios que pasaban por la Avenida Trinidad me pedían que les dejara hacer bailes y accedí con la condición de que compraran las bebidas en el Bar Aramares que había montado en otro de mis locales. Los bailes que organizaban los estudiantes tuvieron mucho éxito y decidí dedicar un local a sala de bailes con el nombre de Isora. Un día un estudiante de Derecho llamado Jesús Esteban Beltrán me dijo que le pusiera el nombre de “Club A-Go-Go“ organizando bailes con un grupo llamado Los Sombras que arrastraban mucho púbico y que estaba formado en su mayoría por estudiantes de la misma Facultad de Derecho. A la vista del buen resultado decidí ampliar la Discoteca a dos locales, unos doscientos cincuenta metros cuadrados, encargando su decoración a un Arquitecto Técnico llamado Adrián Alemán, quién más tarde fue Rector de la Facultad de Periodismo. Para su inauguración contraté un grupo inglés llamado The Tomcats y fue tanto el éxito que decidí pasar el Club A-Go-Go definitivo al sótano de un edificio que estaba construyendo, llamado Edificio Ana Guaxara. Así fue como nació el club A Go-Go que marcó una época crucial en la música canaria con buen sabor en varias generaciones. Era la época del rock and roll y de los Beatles. Actuaron muchos grupos locales e ingleses.

Miguel Ángel Pérez Castellano

Propietario del Club A-Go-Go